por Oscar Ruiz de Huidobro.
La “resistencia” de una manifestación opositora a la Intervención y expropiación del grupo “Vicentín” es un nuevo hecho político patronal. ¿Quiénes pierden y quienes ganan en este escenario? Los trabajadores y los proveedores pierden seguro. Las 50 empresas del “holding” son parte de una maniobra perversa y fraudulenta de patrones que nunca pierden.
Esta noche se juega un hecho político demasiado importante. En Avellaneda un pueblito cercano a Reconquista de la provincia de Santa Fe, salieron manifestantes a la calle a oponerse a la intervención y de expropiación del grupo Vicentín. Esta anormal situación, fue organizada por la firma que consiguió irregularmente un crédito millonario del Banco Nación y hoy se declara con una maniobra fraudulenta en concurso de acreedores.
Vicentín organizó y puso la estructura para la movilización. También contó con el apoyo del Intendente radical Dionisio Scarpin que lleva adelante su segundo mandato y con la fuerza “opositora” del partido “Unidos por Avellaneda” conducido por Alberto “Beto” Padoan que en las elecciones de octubre del año pasado fue como “Unión Pro”. Además, Canal 13 y el terrorismo mediático sacan Flyer “Defendamos lo nuestro” y lo ponen bajando línea en todos lados.
“Defendamos lo nuestro” es una mentira demasiado grotesca, pero confunde y gana a sectores del pueblo que inconscientemente terminan favoreciendo a los sectores que esta manera, pierden el banco estatal, los trabajadores, proveedores y el pueblo general. De eso no hay dudas. Avanzar sobre la estructura del grupo y sobre la fortuna personal de los Vicentín es la salida.
Vicentín fue creado en 1929 en el pueblito de Avellaneda como un almacén de ramos generales. En 1937 comenzaron a desmontar y en 1943 comenzó la molienda de semillas para producir aceite. Hoy es una empresa oligopólica que produce aceite y carne a través de las fábricas y Frigorífico FRIAR. También producen algodón, agrotóxicos, alimento balanceado, biodiesel e hilandería en Brasil.
Desde este periódico venimos denunciando a este grupo, desde antes que recibiera un crédito irregular del Banco Nación por sumas millonarias que significan un traspaso de capital del pueblo a los sectores más concentrados, opresores y explotadores del país. Hoy, en esta emergencia nacional por la pandemia, apoyamos la intervención inmediata del grupo, la declaración de utilidad social y el proceso de expropiación del grupo Vicentín. Lo decimos claro, esta política, entre otras cosas es un resarcimiento económico al Estado y favorece un proceso de Soberanía Alimentaria que permitiría llevar carne y aceite a los sectores más postergados y excluidos de nuestro país.