Sucedió en la noche del Viernes 3 de este mes. «No podemos seguir tolerando que a diario la policía mantenga las mismas prácticas que utilizó con Luciano. Si bien mi hermano Mario está bien -lo detuvieron a la noche, un auto particular, le hicieron preguntas, le revisaron su celular, le pegaron un cachetazo y lo dejaron ir- hay otros casos que no son iguales. Hay jóvenes que son golpeados, que son torturados. » expresó Vanessa Orieta, hermana de Luciano Arruga.
El sur también existe. La respuesta, desde el estado, es la militarización de las barriadas más conflictivas, pretendiendo que la presencia militar contribuye a paliar la situación de emergencia que las políticas nacionales y populares no logran resolver. Ejército, Armada, Aviación y Gendarmería patrullando y haciendo controles en varios barrios como Mataderos, Pompeya, Lugano o Soldati, por mencionar algunos.
Desde organizaciones de Derechos Humanos advierten sobre los peligros de la ocupación militar del territorio.